Terminaba 1950 cuando José, quien acabaría siendo conocido como Señor Gaibor, y María, alquilaban una pequeña casa de piedra en el camino a la feria para trasladar su taberna, que años antes había abierto a las afueras del pueblo, recién llegados de Mariz.

 

Eran tiempos de escasez en los que defendieron su negocio vendiendo principalmente vino y bocadillos de sardina en lata. José enviudó pronto teniendo que cuidar solo a su único hijo, Toñito, mientras sacaba adelante su local, que también era su casa.

 

En 1969, Toñito se casó con Pili para ponerse al frente de la Casa. Comenzaba así una etapa en la que la compra y posterior reforma del establecimiento permitió que aquella pequeña taberna se convertiera en casa de comidas, donde los platos tradicionales más representativos de nuestra gastronomía conformaban su carta, y siguen sirviendo de inspiración a día de hoy. En 1970 nació su hija, también Pili.

 

Tras el temprano fallecimiento de Toñito y Pili, la nieta del Señor Gaibor fue quien tomó las riendas del negocio familiar, acompañada de su pareja, Carlos. Entre los dos trabajaron y defendieron el negocio, donde no dejaron de vivir, con una constante evolución y adaptación ofreciendo el mejor servicio posible en cada momento. 

 

Hoy es su hijo Antón, bisnieto de José, quien está al frente de la Casa. Mercedes, David, Adrián, Mamadou, Carmen, Ofelia y Eneko completan un equipo de profesionels que dan lo mejor de sí en el día a día para que puedas disfrutar de una experiencia familiar, con una cocina humilde y honesta, donde el respeto por el producto es el protagonista.

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